Tanto el sábado como el domingo, el ambiente que se respiró –literalmente hablando– en los talleres fue inmejorable: buen "rollo" –como dirían los jovencitos– entre los asistentes, buenos conocimientos y saberes transmitidos, buena comida, buenas infusiones y buenas danzas (sólo el sábado). La muestra de casi todo esto quedó reflejada en el siguiente álbum de fotos:
Taller de jabones y cremas |
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